¿Se podrá superar la crisis derivada de la pandemia? Este ha sido uno de los interrogantes que se han planteado los empresarios por los efectos sanitarios, sociales y económicos que se desprenden de la compleja situación que impuso la covid-19 desde el inicio de este año.
Lo acontecido generó desafíos desconocidos para cualquier empresa y persona, pues ha implicado considerar elementos que nunca se habían tenido en cuenta a la hora de tomar decisiones estratégicas, como lo son las normas de distanciamiento físico para mitigar el virus y fomentar el cuidado de la salud personal y pública.
En el mundo empresarial, estas circunstancias han hecho virar el curso acostumbrado de las decisiones de inversión, el establecimiento de prioridades, los modelos de negocio y los detalles en los procesos que integran las cadenas de distribución.
Despegando
Aún en tiempos de la Emergencia Sanitaria declarada por el Gobierno hasta el fin de este mes, el país pasó en septiembre del aislamiento preventivo obligatorio a una fase denominada de aislamiento selectivo, la cual permitió entre otras cosas el reinicio de las operaciones del transporte aéreo y terrestre de pasajeros (intermunicipal e interdepartamental con aforos controlados), o la reapertura de gimnasios y restaurantes.
En ese contexto, la medición de la confianza industrial elaborada por el centro de pensamiento Fedesarrollo para el noveno mes del año se ubicó en 6,1 %, mejor al 1,5 % observado en agosto y lejos de la cifra negativa de 35,8 % reportada entre marzo y abril. A su turno, el Índice Principal de Gestión de Compras (PMI por su sigla en inglés) del sector industrial colombiano elaborado por Davivienda, reflejó en octubre un incremento de la producción y una recuperación del crecimiento de los nuevos pedidos al llegar a 51,7 puntos.
Frente a este desempeño, Andrés Langebaek Rueda, director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, destacó que las cifras son particularmente interesantes porque los tres componente del PMI –producción, pedidos y empleo– mejoraron y están por encima del umbral de 50 puntos. “En el caso del empleo, el indicador es muy importante por cuanto es la primera vez desde que se empezaron a observar los efectos de la covid-19 que se evidencia una generación positiva de empleo en el sector manufacturero”.
El analista insistió en que la recuperación económica del país dependerá en el corto plazo, fundamentalmente, de la rigidez con la que se apliquen eventuales nuevos confinamientos y el distanciamiento. “Lo sucedido en agosto, cuando el PMI manufacturero mostró una reducción importante, así como la recuperación que observamos en octubre, corroboran esa apreciación: mientras agosto fue un mes de mayores restricciones a la movilidad, octubre fue un mes de relajamiento”, anotó.
Desde los negocios
Tras la contracción histórica de la economía colombiana de 15,7 % en el segundo trimestre de este año, los analistas de mercados de Credicorp Capital sostienen que la actividad se está recuperando en medio de la fase de reapertura gradual. Resaltaron que la confianza empresarial y del consumidor han mejorado de manera importante, apuntando a un escenario más favorable en los próximos trimestres.
No obstante, mantuvieron en terreno negativo su proyección de crecimiento económico para este año (7 %) y prevén que habrá un desempeño positivo (4,8 %) en 2021, pero advirtieron que la incertidumbre permanece inusualmente alta, por lo que serán claves el desarrollo de la vacuna y los nuevos estímulos que aplique el Gobierno.
Pero, ¿qué observan los empresarios en sus negocios? Natalia Zabala, gerente comercial de Polito, empresa de ropa para niños, expresó que este año aún con la contingencia se ha trabajado con optimismo y “concentrándonos en la parte llena del vaso”, lo que ha rendido sus frutos como el desarrollo de nuevos canales de venta y productos.
“La pandemia nos sacó de una zona de confort y ahora poder decir que aumentamos el número de empleados y haber enganchado unas 20 personas es algo muy satisfactorio”, manifestó la empresaria, quien añadió que incluso se están abriendo tres nuevos puntos de venta en Pasto, Ipiales y Bogotá.
“Se han dado oportunidades y con el trabajo en equipo, la resiliencia que hemos tenido todos, sumado a la ayuda de los proveedores creo que hemos salido adelante. Además, estamos en los últimos dos meses del año que son muy importantes, y pese a la incertidumbre que persiste, estamos preparados para tener una buena temporada”, dijo.
Sin revelar las cifras reconoció que el presupuesto de ventas trazado a comienzo de año por la compañía no se cumplirá, resaltó que las ayudas del Gobierno como el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef) fueron claves para equilibrar los números y no descartó que pueda anticipar el pago de la prima de fin de año a los empleados.
Desde la óptica de Iván Castaño, gerente de la cadena de restaurantes Chef Burger, la reapertura dada en septiembre llevó a la empresa a reducir el aforo en sus locales a un 60 % para cumplir las normas de distanciamiento entre las mesas. “Es una limitación, pero la gente ha entendido la restricción y lo que vemos es que hay una distribución de los clientes durante más horas en la jornada. Al principio notamos temor, pero nos hemos centrado en generar confianza y eso nos ha permitido tener las ventas en el 92 % del nivel que tuvimos en octubre de 2019”, explicó Castaño, quien admitió que aun con la reactivación no se cumplirá la meta de ventas propuesta en el arranque de 2020 para los 20 restaurantes de la empresa.
Esteban Arcila, gerente de SOS Asistencia, mencionó que el segundo semestre del año ha sido muy positivo gracias a la implementación de nuevos servicios como limpieza, desinfección y asistencia virtual. “Estos negocios despegaron bien, siguen creciendo y con la reactivación los servicios en los hogares como reparaciones de plomería, electricidad, vidrios o cerrajería han vuelto a tomar dinámica”, manifestó el empresario, quien explicó que al cierre de este año el crecimiento en los ingresos será de un 21 %, aunque la meta era de 30 % o más.
Otro aspecto positivo de SOS Asistencia es la generación de puestos de trabajo, pues arrancó este año con 127 trabajadores y actualmente su nómina directa es de 176 personas.
Para Juan José Mesa, fundador de Glüki, una plataforma que busca fidelizar a las personas con las empresas con la ayuda de bases de datos, el comportamiento de sus clientes observa una reactivación demasiado lenta, incluso algunos están previendo nuevos cierres. “Terminaremos un 2020 con cifras similares a las de 2019, pero estábamos pensando en crecer un 30 % por lo que nos preparamos y montamos una estructura para eso, así que al final de este año el resultado será malo y recuperarnos nos tomará varios años”, mencionó Mesa, quien admitió que la compañía debió salir de 25 colaboradores y tomar los apoyos del Paef.
De su lado, María Isabel Uribe, directora en Medellín de Endeavor, una red global que busca potenciar los emprendimientos para que se transformen en empresas de alto impacto, sostuvo que los emprendedores serán claves para la reactivación económica, pues se trata de personas y modelos de negocio que tienen una muy buena capacidad de adaptarse a los cambios, y en la pandemia siguen demostrando ser creativos e innovadores y han asumido con gran compromiso la responsabilidad con sus empleados, con la creación de nuevos puestos de trabajo y la generación de ingresos para el país (ver Informe).
Efecto covid
Durante septiembre la Cámara de Comercio de Medellín le encargó a la firma de investigaciones Consenso una medición del impacto de la emergencia económica, social y ambiental en las actividades económicas de las pequeñas y medianas empresas (pymes) de Medellín y el Norte del Valle de Aburrá.
El análisis realizado entre 400 sociedades (300 pequeñas y 100 medianas) mostró que el 83,9 % de los consultados reportaron una afectación negativa generada por las medidas gubernamentales para el manejo de la pandemia. El impacto se observó con mayor énfasis en las pequeñas empresas (85,9 %), sin grandes diferencias por sectores productivos: manufactura (84,8 %), servicios (83,8 %) y comercio (83,5 %).
Al ser consultadas sobre el estado de reactivación, las empresas indicaron estar operando en un 56,1 % normalmente, un 38,3 % parcialmente y un 5,6 % reportó cierre temporal (ver gráfico).
Sin diferencias por sector, tampoco se observa consenso respecto al tiempo que les tomará a las firmas empezar a operar completamente, aunque un 27,8 % cree que este proceso tardará mínimo seis meses.
Y frente a las decisiones relacionadas con los empleados las organizaciones consultadas se decidieron por el trabajo en casa (56,7 %), lo que se notó con más fuerza en la mediana empresa y en el sector servicios. Adelantar periodos de vacaciones (56,6 %), principalmente en las medianas de los sectores comercio y manufactura. Reducir el horario laboral (35,1 %), despedir personal (29,7 %) y ofrecer licencias no remuneradas (20 %).
El rol de la banca
Desde la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), gremio que dirige Santiago Castro, la actual coyuntura impuso un reto urgente de reinvención de los procesos productivos de las empresas para dar continuidad a sus objetos sociales, como consecuencia de los cierres durante los periodos de aislamiento preventivo obligatorio y las restricciones de aforo en la posterior reapertura, que implican trabajo a distancia en al menos una parte del personal.
Es así como esta nueva necesidad ha traído consigo cambios importantes en las decisiones de inversión, especialmente en herramientas tecnológicas, como equipos informáticos y opciones de conectividad.
Apalancar este tipo de tareas y superar los retos desatados por esta coyuntura demandó el acompañamiento del sector financiero, que entre el 20 de marzo y el 30 de octubre respaldó las actividades de las empresas a través de 14,43 millones de operaciones de créditos desembolsados, por un valor total de 127,24 billones de pesos, cifra que incluye créditos ordinarios, preferenciales, tesorería, especiales, para construcción de VIS y No VIS, sobregiros y tarjeta de crédito empresarial, según un reporte divulgado el martes por la Superintendencia Financiera.
A lo anterior se suman la financiación de créditos con respaldo del Fondo Nacional de Garantías (FNG) por 9,4 billones de pesos en 372.601 solicitudes presentadas por los empresarios, y las líneas creadas por Bancóldex y Finagro.