La polémica entre Daniel Quintero, alcalde de Medellín, y Millicom, socio propietario de una parte de Tigo, continúa subiendo de todo. Esta vez, el funcionario aseguró que si la compañía copropietaria considera que Tigo vale $300.000 millones, “entonces la compramos nosotros”.
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“Si ellos creen que la empresa vale $300.000 millones, entonces la compramos nosotros. Les damos $300.000 millones y que nos dejen la empresa. En nuestro concepto, nuestra parte (49,9%) hoy todavía vale más de $2 billones”, fueron las palabras exactas al respecto.
Todo esto en el marco de la capitalización que necesita la compañía de telecomunicaciones para seguir operando. De acuerdo con las cuentas compartidas públicamente, Tigo necesita una inyección cercana a los $600.000 millones que deberían realizar ambos copropietarios, Millicom y EPM, por partes iguales.
No obstante, Quintero había comunicado que EPM no accedía a desembolsar los $300.000 millones que se necesitaban de su parte. Después de ello, acusó a Millicom de querer realizar la capitalización total para diluir la participación de EPM a un 2% de lo que actualmente le corresponde.
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Frente a la negativa para poner los $300.000 millones que hacen falta, el alcalde aseguró que tuvo conocimiento de una carta emitida por BTG Pactual (uno de los bancos de inversión más grandes de América Latina) en la que supuestamente la firma rechazó un posible crédito para fondear a Tigo porque, según sus cálculos, la compañía no sobrevivirá más allá de diciembre.
En consecuencia, Quintero argumentó que hacer la inyección con una posibilidad latente de quiebra, se traduciría en un detrimento patrimonial. Sin embargo, aunque eventualmente EPM se quedará con la compañía, tampoco sería 100% seguro que supere el bache financiero y deje de arrojar pérdidas, números rojos que solo absorbería la ciudad como única propietaria.
Mala valoración
El alcalde indicó que desde Millicom “decidieron aprobar un reglamento en el que ponen la acción (de Tigo) a $2.700, eso es muy grave porque la valoración que nosotros tenemos de cada acción es de $420.000”.
“Nos quieren tumbar (...) ellos crean las condiciones para que nosotros no podamos poner la plata (...) ¿Qué vamos a hacer en la próxima asamblea? Buscar mecanismos para que la valoración no sea la que le da la gana a Millicom. Y por eso, le estamos pidiendo a la Contraloría un proceso de control preventivo especial”, comentó.
Así mismo, dijo que los encargados de administrar la compañía “la están vendiendo por partes (...) ya tienen un proceso de la venta de la infraestructura de Tigo”.
“Sin pasar por el Concejo, ya están avanzando en un proceso para fusionarse con Movistar (...) Ese es el plan de ellos, allá es hacia donde se están moviendo”, añadió.
Millicom había contestado los señalamientos de Quintero y aseveró que “esta capitalización no representa dilución alguna para los accionistas que aporten capital. La decisión de cada accionista sobre capitalizar o no la compañía le corresponde individualmente a cada accionista. EPM no ha sido diluido y mantiene la posibilidad de aportar su parte del capital y mantener su participación accionaria”.
Millicom ha manifestado que la idea con la inyección de capital es esquivar un proceso de reorganización, que quizás le suene familiar a la opinión pública porque empresas como Avianca y Justo&Bueno pasarón por él aunque el final no fue feliz para las tiendas de bajo costo que al final se fueron a liquidación.
La próxima asamblea de accionistas de Tigo se realizará este jueves 21 de septiembre.