Con un discurso científico que va más allá del lío de si es mejor lo masculino o lo femenino, expertas académicas norteamericanas vinieron a Medellín para dejar semilla y cuestionar a los empresarios de por qué es fundamental la mujer en las decisiones de alta gerencia.
Es claro que en el empresariado paisa son más protagonistas los hombres y por eso Dana R. Carney, profesora e investigadora de la Escuela de Negocios Hass de la Universidad de California de Berkeley; Laura Kray, presidenta en liderazgo de la misma escuela, así como Kristina Susac, vicepresidenta del Centro de Educación Ejecutiva de dicha universidad, estuvieron en Medellín formando a altas directivas del Grupo Argos para tener un rol protagónico en cada una de las empresas filiales.
“Se trata de empoderar a las mujeres para que sean altas ejecutivas con mayor protagonismo en juntas directivas y cargos principales de una organización”, aclaró Susac a EL COLOMBIANO, tras un receso de las jornadas académicas llevadas a cabo esta semana en la Universidad Eafit.
Por esto, dejaron planteado al empresariado local, que una de las formas de ser realmente innovador es tener diversidad de pensamiento y de opiniones para que se enriquezca la toma de decisiones.
“Nuestro equipo de formación en Berkeley apunta a los temas posgénero, es decir, nos concentramos en el talento, las habilidades y demostramos que el género es irrelevante”, dijo por su parte la profesora Carney, quien también tiene formación en psicología.
Por eso recalcó que se trata de cómo actuar en un mundo que va un paso más adelante, donde el género no debe importar. “Si bien puede ayudar a hacer inferencias, ya se ha trascendido este tema y eso es lo que queremos enseñarle a la gente en liderazgo. Que aprenda a romper barreras mentales”, añadió Carney.
Mitos y verdades
Uno de los cuestionamientos hechos a las invitadas internacionales es si todo su planteamiento tiene algún tinte feminista. Contestaron que nada tiene que ver, aunque reconocieron que existen movimientos de mujeres que odian a los hombres.
“Estoy segura de que si hablan con esos grupos que carecen de un discurso científico, pierden total validez y por eso no podemos hablar de mitos, es mejor hablar de ciencia”, enfatizó Carney.
Indicó que, seguramente, ninguno de esos grupos feministas ha escrito ningún artículo de investigación, ni sabe lo que está detrás del comportamiento psicológico. “Demostrar es lo que nos interesa. Para eso enseñamos ciencia y nos basamos en un cuerpo de investigación, no solo es instruir en el tablero, sino también con prácticas”, reiteró Carney.
Pero en Colombia aún existen estereotipos errados frente a las mujeres, como que deben ser solo madres y estar más tiempo en casa con sus hijos. En consonancia, se cree que el hombre debe estar más por fuera del hogar y hacerse cargo de ser el principal proveedor de la familia.
“El problema de las organizaciones es cuando se quedan en estos estereotipos, sin incluir la diversidad en sus decisiones. Los puntos de vista diferentes son los que enriquecen el debate, sobre todo con el de la mujer, que es más holístico (amplio) que el del hombre”, agregó Carney.
Para llegar a este punto en una organización, la Escuela de Negocios Hass de la Universidad de Berkeley, tiene en su estructura de contenidos, cursos que se enfocan en el cambio de mentalidad, entregando habilidades en liderazgo, toma de decisiones, trabajo en equipo, empoderamiento, negociación, redes de trabajo. En todos estos, las mujeres son pieza clave porque aportan más de sí mismas.
“Sabiendo que los hombres son mejores negociantes que las mujeres, tú le puedes decir a una mujer que necesita negociar mejor y ella es capaz de elevar su nivel. Las mujeres son más interdependientes y los hombres más independientes”, resaltó por su parte la vicepresidenta Susac.
En la misma escuela norteamericana ha habido un cambio al respecto desde hace unos cinco años. Antes, se veía al hombre con mayor vocación de liderazgo en las organizaciones, por encima del de las mujeres.
“En 2012, el 70 % de nuestros estudiantes de MBA eran hombres y el 30 % mujeres. Empezamos a trabajar más con el género femenino en las organizaciones, apoyados con mentorías y asesorías en las empresas. Ahora tenemos un equilibrio, estamos 50-50 entre ambos géneros”, destacó Susac.
Realidad en Silicon Valley
Contrario a lo que pudiera creerse por ser una sociedad innovadora, la del estado de California (Estados Unidos) no es ajena a la paisa en el reto de incluir más mujeres en los altos cargos empresariales.
De hecho, la vicepresidenta de la Escuela Hass aclaró que habla constantemente con cientos de ejecutivos de diferentes empresas, así como miembros de juntas directivas frente al tema.
“Chequeo esta situación y me encuentro que en Silicon Valley (referente de innovación) se presenta que más del 70 % de las empresas de tecnología son dirigidas por hombres, a pesar de ser un ecosistema innovador liberal”, reconoce Susac.
En dicha Escuela asesoran empresas como Google, Salesforce, entre otras, en las que su principal problema es el subjetivismo frente al liderazgo gerencial.
“Se cree que es más para hombres y ahí también tenemos que trabajar fuerte”, dijo a su turno la presidenta de la Escuela de Negocios Hass.
La realidad norteamericana demuestra avances en la cultura empresarial, con más líderes que confían en el desempeño de las mujeres en altos cargos directivos, pero todavía con tareas por hacer. Ahora la apuesta es demostrarle científicamente a los gerentes y juntas directivas masculinas el valor de la mujer.
Respecto a las sugerencias que le dejan a Medellín, recomiendan trabajar con más jóvenes mujeres en los colegios para que se inclinen por la ciencia básica, para que haya más mujeres liderando procesos de innovación, emprendimiento o también escalando en organizaciones, llegando a posiciones de alta gerencia.
Entre tanto, el Grupo Argos tiene claro que no debe tener solo compañías masculinas y tradicionales. Ese cambio lo propuso el ahora expresidente del conglomerado, José Alberto Vélez, mediante el programa interno Liderazgo para la Equidad, diseñado con la Escuela de Negocios Haas, y que finalizó el viernes en Medellín.
Participaron 55 mujeres de cargos de alta y media gerencia para transformar el perfil ejecutivo local, con la inclusión de más mujeres empoderadas para dirigir. Sin duda, un modelo a replicar, y no solo en grandes empresas.