El interés del Gobierno colombiano por adquirir la empresa Monómeros —con sede en Barranquilla— responde a su papel estratégico en la producción de fertilizantes, esenciales para la seguridad alimentaria del país. Recientemente, el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, viajó a Venezuela y reiteró la intención de avanzar en una eventual compra.
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Según el funcionario, el gobierno venezolano —propietario de la compañía a través de Petroquímica de Venezuela (Pequiven), filial de PDVSA— respondió positivamente y se comprometió a dar prioridad a Colombia en caso de venta, pues también existen ofertas de interés por parte de Catar y de inversionistas privados.
Aún no hay un precio oficial para Monómeros
Por ahora, el valor real de Monómeros no ha sido determinado. Según explicó Palma, la cifra dependerá de una valoración conjunta entre los gobiernos de Colombia y Venezuela.
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Para ello se firmó recientemente un acuerdo de confidencialidad que permitirá intercambiar información clave como datos financieros, reservas industriales y proyecciones de ventas.
Algunas estimaciones preliminares, basadas en ofertas de terceros, calculan que el precio podría rondar los US$350 millones. No obstante, la intención del Gobierno colombiano es que su evaluación, a cargo del Grupo Bicentenario, coincida con la del gobierno venezolano para evitar diferencias que frenen el proceso.
También está por definirse el mecanismo de compra. Una de las propuestas apunta a que Ecopetrol lidere la operación, aunque la decisión final está en manos del presidente Gustavo Petro.
El aval de EE. UU., un requisito clave para la compra
Más allá de las gestiones entre Bogotá y Caracas, el proceso enfrenta un reto clave: Monómeros está en la lista de empresas sancionadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE. UU., por lo que cualquier negociación requiere su autorización previa.
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Por esta razón, el Gobierno colombiano está gestionando una licencia con Washington. “Estamos haciendo esfuerzos diplomáticos, porque estamos hablando de la comida de la gente, de los alimentos del pueblo colombiano. Esperamos que el Gobierno de EE. UU. entienda esa necesidad”, afirmó el ministro Palma.
La compra de Monómeros, según Palma, podría traducirse en fertilizantes más económicos y, en consecuencia, en alimentos más accesibles para millones de colombianos.