Al cierre de esta edición no había luz verde de los líderes de la Cruzada Nacional por la Dignidad Camionera para reanudar los diálogos con el equipo del Ministerio de Transporte y buscar un acuerdo para levantar el paro nacional que ajusta hoy 35 días y tiene detenido un 92 % del parque automotor de carga.
Si bien estaba previsto que ayer a mediodía se volvieran a sentar a la mesa camioneros y Gobierno, en Bogotá, los líderes de la protesta pusieron como condición indispensable que sean liberados conductores de carga que fueron detenidos en varios puntos de concentración del país.
“Hasta que no se pongan en libertad compañeros que han sido detenidos o están en proceso de judicialización, no volveremos a la mesa. La Policía nos ha hostigado en Boyacá, Meta, Antioquia y Eje Cafetero, principalmente”, comentó ayer a este diario Jorge García González, presidente de la Confederación Colombiana de Transportadores (CCT).
Frente a la decisión de los camioneros, el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, reiteró la invitación “contundente y respetuosa” para que vuelvan a la mesa y construir una solución conjunta por la vía del diálogo.
“El paro no puede ser indefinido. El país está en una situación compleja y se merece una solución pronta y buena para todos”, añadió el funcionario (ver Opinión).
Ahora que se “desvare” la negociación también dependerá de las decisiones que tomen este fin de semana la Policía Nacional y la Fiscalía, lo que vuelve a poner en un punto muerto los acercamientos.
Además los camioneros pusieron este viernes como condición base para cualquier posibilidad de sentarse a la mesa que se garantice una regulación del parque automotor con el esquema “uno a uno” de chatarrización.
“El Gobierno nos dice una cosa a nosotros, pero al tiempo libera cupos nuevos para multinacionales, mientras hay sobreoferta”, cuestionó García. Por ahora, el ministro Rojas se mostró dispuesto a negociar sobre los tres temas críticos: chatarrización, fletes y costos de peajes y combustibles.