La anunciada compra del emporio de medios y entretenimiento Time Warner por el gigante de las telecomunicaciones AT&T, valuada en 85.000 millones de dólares, genera escepticismo en filas demócratas y republicanas, en Estados Unidos.
Por eso la que sería la mayor adquisición corporativa del año es muy probable que sea analizada por los reguladores, en este caso.
El Departamento de Justicia estadounidense, no el presidente, tiene el poder de rechazar un acuerdo como el anunciado si viola las leyes antimonopolio. AT&T ha dicho que no está claro si la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) también tendrá jurisdicción en el caso.
La Bolsa de Nueva York (Wall Street) mostró el lunes su escepticismo sobre la posibilidad de que se apruebe la multimillonaria operación. Las acciones de Time Warner cayeron ayer 3.06 %, hasta 86,74 dólares, muy por debajo de la valoración implícita de la oferta de AT&T, de 107,50 dólares, que se pagará la mitad en dinero y el resto en acciones.
Los papeles de la compradora retrocedieron 1,68 %, hasta los 36,86 dólares, a niveles vistos por última vez hace ocho meses en la Bolsa.
Fusión con tinte político
A esa respuesta del mercado, muestra de las dudas de los inversores, se suman las declaraciones políticas a poco más de dos semanas de las elecciones presidenciales.
El candidato republicano Donald Trump ya ha dicho que él bloquearía la operación. El magnate ha denunciado el papel de los medios en lo que ha descrito como una elección amañada y cree que la compra de Time Warner, dueña de CNN y Warner Bros, concentrará demasiado poder en una sola organización.
Entre tanto, la candidata demócrata, Hillary Clinton, ha expresado dudas respecto a otras megafusiones corporativas, pero al cierre de esta edición no había formulado comentarios sobre esta.
En todo caso, el senador Bernie Sanders, exrival de Clinton en la primaria demócrata, escribió en Twitter que el Gobierno debería “matar” la compra de Time Warner, porque significará precios más altos y menos opciones para los consumidores.
Por su lado, la subcomisión antimonopolios del Senado celebrará una audiencia sobre la fusión en noviembre, dijeron sus presidente, el republicano Mike Lee, y la demócrata Amy Klobuchar.
Pero el presidente de AT&T, Randall Stephenson, dijo ayer que espera que el Gobierno apruebe la transacción y que se cierre en 2017. Además, pese a su gran presencia en los medios, Time Warner tiene apenas una estación de televisión regulada por la FCC: la WPCH-TV, en Atlanta. Analistas dijeron a Reuters que Time Warner podría vender la licencia para tratar de evitar una revisión formal de la FCC.
Para bloquear el acuerdo entre AT&T y Time Warner, el Departamento de Justicia tiene que probar que los términos afectan la competencia. Pero la FCC tiene amplia vía libre para trabarlo o imponer más condiciones, si considera que no es de “interés público”.