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Por qué medir con precisión no debe darse por sentado

  • Tener laboratorios certificados abre puertas a los empresarios en otros países, a menor costo. Foto Colprensa
    Tener laboratorios certificados abre puertas a los empresarios en otros países, a menor costo. Foto Colprensa

Para saber cómo monetizar la exactitud hay que preguntárselo a un suizo. Hace dos años el Zenith Defy Lab descubrió, tras ensayos de precisión, que sus relojes eran los más exactos del mundo: desviación de 0,3 segundos por día. Esa prenda de garantía, que se replica en los demás fabricantes del país, hace que según datos de Trademap, Suiza exporte unos 1.680 millones de dólares en relojería.

Los británicos valoran esa promesa de venta, por eso se gastan al año 516,3 millones de dólares comprando relojes suizos, según Trademap. Le entregan a los fabricantes de ese país, el 65 % de los 792,8 millones de dólares que destinan para importar este tipo de artículos.

Pero medir bien o certificar la calidad no es solo tarea de los relojeros, todas las industrias requieren que sus pesos y medidas sean confiables, sin importar el producto o sector.

Cuando usted va a comprar gasolina espera que los galones que compra sean específicamente los que le vierten en su vehículo. Para no ir más lejos, es lo que certifica que en un paquete de papas realmente tenga el peso que dice en la etiqueta o que una libra de café pese lo mismo en Colombia que en Estados Unidos o tenga la humedad aceptada en cualquier país con una medida confiable y certificada.

Un asunto que se vuelve aún más relevante en el comercio internacional. “La confianza en el producto es la que abre puertas comerciales. Por eso es importante acreditar los bienes o servicios que se quieren vender en el exterior”, asegura Edwin Cristancho, director del Instituto Nacional de Metrología (INM), que se encarga de velar por la calidad de las mediciones en el país.

El asunto no es nuevo, solo que antes muchas industrias tenían que revalidar sus mediciones en el extranjero para poder ser vendidas en otras economías, lo que resultaba ser dispendioso y costoso para los empresarios. Un asunto clave, ahorra trámites y tiempo a las empresas que quieran o hacer nuevos contactos comerciales externos o fortalecer los ya existentes.

Luego de que Colombia fuera aceptada el 30 de mayo de 2018 dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), que es el club de buenas prácticas comerciales y empresariales, se le sumó una nueva exigencia: lograr que desde la instituciones del Estado se viabilizara la evaluación de estas mediciones y que fueran creíbles y trazables en otros territorios.

Para hacer la tarea, en el aparato comercial aparecen figuras validadoras. Esos centros, conocidos como laboratorios de calibración y ensayo, son los actores de reparto de un sistema económico que busca ser más calificado (ver Opinión).

La hoja de ruta

De ahí que una de las tareas se hayan centrando en buscar la acreditación internacional de más laboratorios de calibración (revisan los instrumentos de medición) y ensayo (que realizan testeos físicos, químicos, entre otros). Que dicen que un gramo es un gramo o que efectivamente “está dermatológicamente comprobado” un producto, por ejemplo.

De acuerdo con cifras de la Onac, en Colombia hay cerca de 169 laboratorios de calibración y 218 de ensayo acreditados. Edwin Cristancho, director del INM, resume el beneficio de estos centros de validación, que actúan como independientes, de la siguiente manera: “En todos los sectores de la economía se necesitan porque ayudan a tener confianza en que los productos o servicios son adecuados para el consumidor, y responden a la promesa de venta”.

A mejorar estándares

La precisión, en este caso, funciona como rey del mercado, de ahí la importancia de que Colombia genere más laboratorios de esta índole, pues se necesita que las empresas certifiquen “el uso adecuado de medidas internacionales. Es decir, que nos refiramos adecuadamente al kilogramo y no al kilo, que utilicemos el litro y no el galón. Que también nos refiramos adecuadamente a cómo se expresan las horas y no exista confusión”, dice Cristancho (ver Radiografía).

Sin embargo, siguen existiendo sectores en los que el país podría tener mejores opciones de verificación. Según cálculos del INM, la industria local está cubierta en un 30 % 0 40 %. Esto incluye también el fortalecimiento de la acreditación de la mano de obra colombiana, para profesionales que buscan opciones en Europa o Estados Unidos, al menos así lo cree Alejandro Giraldo, director del Onac.

“Uno de los elementos clave de la calidad es la imparcialidad para poder actuar. Cuando una institución es la misma que genera la norma, capacita y las certifica (como el Sena), pierde mucha independencia: allí se necesita trabajar más en certificar las capacidades laborales”, dijo Giraldo.

Esto es relevante si se tiene en cuenta que la reactivación económica de organismos como la Comunidad Andina de Naciones (CAN) se basarán en la libre circulación de personas que quieran trabajar en Colombia, Ecuador, Perú o Bolivia, así se lo confirmó a EL COLOMBIANO Jorge Hernando Pedraza, secretario general de la CAN, el pasado 19 de agosto.

Ayudar a las compañías

El otro gran reto pasa porque sean cada vez más las empresas medianas y pequeñas las que se interesen por entrar a estos procesos para que al encontrar socios comerciales internacionales puedan venderles sin traumatismos.

“De acuerdo con lo descrito por la Política de Desarrollo Productivo, la falta de laboratorios acreditados, la inexistencia de suficientes capacidades técnicas en esta área, incrementa los costos para que las empresas puedan exportar y garantizar la calidad de sus productos”, explica Camilo Fernández de Soto, presidente de Colombia Productiva.

Por esto, esa entidad y MinComercio abrieron una convocatoria para participar en el proyecto Certificaciones de Calidad para Exportar, que cofinanciará hasta el 70 % del valor de estos procesos.

Y en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) se expone que solo el 47 % de los laboratorios acreditados obtienen servicios metrológicos, plantea como objetivo aumentar la cobertura. Una necesidad sentida no solo por la Ocde, sino porque es el camino para mejorar las ventas externas en esos países donde los estándares son tan precisos como un reloj suizo.

120
laboratorios en Colombia están acreditados para temas de calibración: INM.
240
laboratorios en el país tienen acreditación para ensayos, según el INM.
Infográfico
Sergio Rodríguez Sarmiento

Tengo más libros de fútbol que calzoncillos y medias.

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