El proyecto de ley que busca frenar la exportación de ganado en pie con fines de consumo, radicado en el Congreso de la República por la senadora Andrea Padilla, del Partido Verde, sigue causando discordia en el gremio ganadero.
El primer objetivo de dicha propuesta es “erradicar el sufrimiento extremo e innecesario que se les causa a los animales que son exportados vivos o en pie por vía marítima, con fines de consumo, y proteger la moral pública y social relativa al cuidado de todos los seres vivos sintientes”.
Y el segundo es beneficiar a los productores colombianos, dado que, según el documento, la exportación de animales vivos tiene efectos económicos negativos por tres vías: la pérdida del valor agregado para la economía nacional; la pérdida de recursos fiscales y parafiscales, ya que cada animal exportado vivo implica una disminución de los recursos del Fondo Nacional del Ganado y del impuesto de Degüello Departamental; y la pérdida de empleos directos e indirectos en toda la cadena de producción, en actividades como el transporte, manejo y sacrificio de los animales.
Sin embargo, la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) afirmó que dicha prohibición afectaría negativamente a unas 350.000 pequeñas familias ganaderas.
“Además el país perdería $1 billón que se genera a lo largo de toda la cadena productiva, como “pago de peajes, empresas transportadoras, contratación de veterinarias que suplen los medicamentos durante cada viaje y en los predios destinados a la exportación, vinculación de agencias marítimas, de aduanas y la proveeduría del servicio de catering para los barcos en los que se transportan los animales”, anotó José Félix Lafaurie, presidente del gremio.
Y alertó que cerrar las exportaciones es regresar a una ganadería que no era competitiva, una ganadería de carne improductiva y desincentivada, atrasada genéticamente que la hace alejada de las exigencias de los mercados globales de consumo”.
Por su parte, y ante los reclamos del gremio ganadero, Padilla manifestó en entrevista pasada con EL COLOMBIANO que “la exportación de animales vivos causa efectos negativos en la economía, porque son fiscales y parafiscales que se dejan de pagar en el país y se pierden empleos en el área de los frigoríficos”.
Por tal razón, la senadora señaló que esta es una industria que tendrá que hacer una adaptación para exportar carne congelada.
“Es un negocio reducido a los grandes ganaderos de Fedegán, el ganadero campesino no se ve afectado. El tema de las jaulas no le gusta a los gremios porque aumentará el costo, implica manejos de sanidad y hacer adecuaciones porque hoy en un espacio mínimo se crían cientos de gallinas ponedoras. Esto implicará una reducción en el número de individuos explotados y los gastos deben ser asumidos por los productores y también por el consumidor. Hay mucha gente dispuesta a pagar un huevo más caro sabiendo que fue una gallina criada adecuadamente”, expresó Padilla a este diario.
Y apuntó que se viene otro proyecto “más duro” y es la eliminación progresiva del uso de jaulas en la crianza de animales como cerdas y gallinas ponedoras.