La Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) llegó a tener tanto poder como para convertirse en la abastecedora en crisis tan grandes como la Guerra del Golfo en 1990. En algo más de 40 años ese organismo ha pasado de generar el 85 %, al 30 % del material. La razón principal para que la Opep haya perdido protagonismo tiene su razón, entre otros, en el auge de nuevos petroleros.
Uno de esos nuevos protagonistas es Estados Unidos, nación que tradicionalmente había sido compradora del material, pero que desde el año pasado se convirtió en el mayor productor del mundo, con una cifra que según el Departamento de Energía de ese país, llega a los 11,5 millones de barriles al día.
“La Opep perdió el poderío, los últimos anuncios para bajar la producción y hacer recuperar el precio han sido infructuosos. Un mundo hoy sin Opep, sería un mundo igual...”, aseguró José Roberto Acosta, profesor experto en economía del Cesa.
Para Acosta, parte del poder de la Opep está en esos excedentes de material que se producen, pero que igual encontrarían mercado con o sin organización. Los 14 miembros de la Opep (en la que Venezuela y Ecuador son los únicos suramericanos) producen 31,5 millones de barriles al día, mientras que sólo Estados Unidos y Rusia (primero y tercero del escalafón) generan al menos 20 millones.
“De hecho el país más fuerte de la Opep sigue siendo Arabia Saudita. Sin embargo esa nación ha mostrado interés en empezar a hacer la transición para que las principales fuentes de generación de energía sean las no convencionales”, puntualizó Amylkar Acosta, exministro de Minas.