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Un centenario en el que se teje también sociedad

Desde 2010, la empresa ha invertido 45 millones de dólares en modernización.

  • Carlos Alberto de Jesús es el presidente de Fabricato desde finales de 2013. Sueña con una compañía que esté vigente por otro centenario más, con la mira puesta en el cambio de consumidor y en la producción sostenible. FOTO jULIO céSAR hERRERA
    Carlos Alberto de Jesús es el presidente de Fabricato desde finales de 2013. Sueña con una compañía que esté vigente por otro centenario más, con la mira puesta en el cambio de consumidor y en la producción sostenible. FOTO jULIO céSAR hERRERA

Son pocos los que pueden decir en Antioquia que su vida no ha sido tocada por Fabricato.

La clave, según Juan Luis Mejía, rector de la Universidad Eafit, está en que Fabricato no solo crea telas, sino tejido social. Generó un cambio en el modo de comprar con vitrinas 360 e hizo su aporte arquitectónico. Es recordada por su vinculación a las cajas de compensación, y su papel destacado en la educación, por ejemplo, en la historia de Eafit, —que este año cumple 60—, y en las becas que ha otorgado desde 1965 (ver Paréntesis).

“El factor determinante (para superar las crisis) es que está incrustada completamente en la sociedad, y ésta la tiene como un activo, porque la siente como propia”, dijo Mejía.

La empresa que cumplió su primer centenario de la mano de 2.016 trabajadores, bajo el liderazgo de Carlos Alberto de Jesús, también entiende que ha sobrevivido a los momentos difíciles porque ha buscado ser competitiva, invirtiendo en tecnología de punta, teniendo un recurso humano capacitado; siendo resiliente.

“Ha sabido hacer un análisis crítico desde la alta dirección, para repensar un modelo que aumente sus ingresos con sostenibilidad ambiental”, sostuvo Lewis Charles Quintero, coordinador nacional de la Maestría en Administración de la UPB.

Hacia adelante

La mirada de Fabricato no se da en sepia, sino en color, sugirió el rector de Eafit, lo que muestra un panorama hacia el futuro en el que se ven: menores pérdidas en 2019 frente al año anterior y mayores ingresos que en 2018, argumentos por los que De Jesús cree que Fabricato hay para rato y sueña con su segundo centenario.

Los indicadores financieros siguen siendo los conocidos a septiembre de 2019: sumó ventas por 269.187 millones de pesos, 2,2 % superior frente a los 263.391 millones contabilizados a septiembre de 2018.

De Jesús asegura que el nuevo resultado se conocerá hasta la asamblea de accionistas del 30 de marzo, aunque proyecta que la relación deuda financiera versus activos haya cerrado en 12,7 % el año pasado, que las ventas del negocio textil aumenten 4 %, y los activos cierren en 957.000 millones de pesos. “Es una compañía que ha tenido una historia de sumas y restas, pero al final es exitosa, la expectativa es positiva”, destacó De Jesús.

Dentro de los cálculos hay cifras como unos ingresos estimados anuales de 7.708 millones de pesos del parque industrial de Rionegro; un flujo esperado de la unidad de apartamentos en Ibagué de 18.434 millones (en cinco años) y Ciudad Fabricato, con una expectativa de 79.532 millones entre 2020 y 2026.

Sobre la resiliencia

Pese a que la compañía ha estado abanderada en enfrentar la competencia desleal con innovación, el camino no ha sido fácil. Pues se trata de un entorno en el que el problema son los parámetros para comercializar; la expectativa es producir telas de alta calidad, de manera responsable laboralmente y con el medio ambiente.

Fabricato ha invertido 45 millones de dólares en mejorar las condiciones de su capacidad instalada, desde 2010, y el 80 % de su planta es moderna. Muestra de ello es que recircula 65 % del agua y puede generar energía para el 100 % de su producción.

En la mira, dijo Quintero, debe estar “seguir trabajando en mejorar su infraestructura tecnológica, y la sostenibilidad, así como el talento humano, que sin duda, es lo que le ha otorgado el diferencial y le ha permitido maniobrar mejor en tiempos de crisis”.

Natalia Cubillos Murcia

Editora de Economía de El Colombiano. Amante de las buenas y nutridas conversaciones, la música y los viajes.

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