El cacao colombiano ha sido reconocido mundialmente como fino de sabor y aroma por la Organización Internacional de Cacao. Y aunque la cultura de consumo de chocolate, su principal producto derivado, está más inclinada por el industrial, en los últimos años se ha despertado el interés por la técnica artesanal, lo que se vio impulsado por el reconocimiento de los diversos lugares de donde proviene la materia prima y las manos que lo cultivan.
En Colombia, el cacao es cultivado, en su mayoría, por pequeños productores dentro de unidades agrícolas familiares. Según el Ministerio de Agricultura, el país tiene unas 52.000 familias cacaoteras en 422 municipios (27 departamentos) y cuenta con 188.000 hectáreas sembradas de cacao, las cuales en el último año han producido 63.416 toneladas.
Aunque en los últimos seis años la producción y las áreas sembradas de cacao colombiano incrementaron, 33 % y 17 % respectivamente, el sector aún tiene obstáculos por superar como los elevados costos de producción que afectan a los agricultores, el acceso a innovación tecnológica y la generación de valor agregado.
Tradición y deuda
Entre las regiones del Nordeste y Magdalena Medio antioqueño está ubicado Maceo, uno de los municipios con mayor volumen de producción de cacao del departamento (1.036 toneladas), según la Secretaría de Agricultura de Antioquia.
Con más de 22 años de tradición cacaotera, Wilmar Jiménez, representante legal de la Asociación de Cacaocultores de Maceo (Asocama), afirmó que semanalmente están produciendo ocho toneladas de una gran variedad de cacao, en un área de 900 hectáreas. Sin embargo, expresó, aunque el municipio cuenta con todas las condiciones favorables, como su clima y posición geográfica que les permite producir granos de cacao de alta calidad, los productores presentan dificultades.
“Un 40 % de los productores de Maceo han podido sostener el cultivo aplicándole los abonos necesarios, el otro 60 % vive de la producción, pero no tienen los recursos para el sostenimiento”, dijo.
Evelio González lleva 34 años produciendo cacao en Maceo, una labor a la que se dedica de tiempo completo. Para él, uno de los principales obstáculos es el elevado costo de producción e insumos.
“El cacao tiene un futuro muy prometedor, pero el sector presenta muchas dificultades en cuanto al cambio climático, que nos está afectando en la parte fitosanitaria, y los elevados costos de producción. Por ejemplo, mientras un bulto de urea, uno de los fertilizantes que utilizamos, costaba alrededor de $50.000, ahora cuesta $103.000; otros que costaban unos $83.000 ahora valen $140.000. Es muy difícil así”, expresó González.
En cuanto a los altos costos de fertilizantes y de producción, Eduard Baquero, presidente de Fedecacao, afirmó a EL COLOMBIANO que “el principal insumo que tiene el cacao se llama la mano de obra”, la cual abarca de un 50 % a un 60 % de los costos de producción.
“A diferencia de otros cultivos, el uso de insumos en el cacao no es muy grande. La utilización de fungicidas e insecticidas casi no existe en el cacao. La incidencia estaría en los fertilizantes, pero estos no es que tengan un peso tan específico dentro del total de los costos”, aseveró.
Sin embargo, según Jiménez, los costos en los insumos han sido la razón por la cual mermó la producción de cacao en Maceo: “Un bulto de fertilizantes está alrededor de $100.000 y para abonar los cultivos se necesitan mínimo tres fertilizadas en el año. Los pequeños productores son de escasos recursos y no tienen cómo sostener esto”, dijo.