La semana pasada leí una columna en el diario El País de España, sobre la realidad detrás de la guerra en materia tecnológica entre USA y China. El columnista plantea que más allá del bloqueo a la multinacional lo que hay es una dura batalla por tener el control de la tecnología 5G que será la que permita desatar la llamada Cuarta Revolución Industrial. Y a decir verdad, las evidencias aportadas en el artículo, como el número de patentes sobre la 5G presentadas por Huawei, un total de 11400 a diciembre de 2018, la tesis parece acertada.
La tecnología 5G, diez veces más rápida que la 4G, disminuirá el consumo de batería de celular de manera dramática y las antenas de cobertura serán portables y fáciles de armar. Estamos ante una verdadera revolución que conectará miles de millones de dispositivos y que tendrán velocidades inimaginables de conexión y actuarán en tiempo real y permitiendo que la inteligencia artificial desarrolle todo su potencial.
Frente a esta revolución el papel de una empresa como Tigo-Une es definitivo. Si queremos que Medellín potencie la Cuarta Revolución debería ser Tigo-Une la punta de lanza para que la tecnología 5G llegue rápido y se expanda con fuerza en nuestra ciudad, se articule con el nuevo centro de Cuarta Revolución Industrial y a la par se conecte con todas las startups de frontera nacientes.
Creo que un debate obligatorio hoy es conocer cuál es el plan de inversiones de Tigo- Une para adoptar esta tecnología y cómo se implementará en toda la ciudad y qué papel jugará Ruta N en todo esto. Si este paso se da bien, desataremos la adopción de tecnologías para la seguridad, salud, movilidad, medio ambiente, en fin, transversalizará todos los programas y políticas locales logrando operarlas con mayor eficiencia, velocidad e impacto en los resultados.
El próximo alcalde deberá pensar en un secretario de Cuarta Revolución Industrial que, bajo este nuevo modelo que se impone, debe estar a la par del director de Planeación, ya que esta persona puede ser el responsable de la apropiación de estas tecnologías y deberá proyectar una capa tecnológica en los programas más relevantes de la ciudad permitiendo la conjunción de la inteligencia humana con la artificial.
Hace poco, Alejandro Franco, director de Ruta N estuvo en China invitado por Huawei, que sea esta la oportunidad para triangular una verdadera alianza entre Ruta N, Centro de Cuarta Revolución Industrial, Tigo-Une y Huawei para hacer de Medellín una potencia en la materia. Creo que de esta forma lo que es una amenaza para USA puede ser una clara oportunidad para Medellín y así volvernos una potencia en la región.
Incluso, por qué no pensar en desinvertir en UNE para armar un gran fondo de aceleración de startups de Cuarta Revolución Industrial donde Ruta N sea socio y genere empleos sofisticados a la ciudad y nos ponga como una verdadera capital latinoamericana de la tecnología y del otro lado UNE acelere inversiones en 5G para apalancar todas las startups nacientes y que dependerán de una tecnología como la 5G.
Insisto, los próximos alcaldes deben saber de innovación y tecnología, de lo contrario seguiremos con soluciones similares a problemas complejos que necesitan ser abordados con mucha innovación.