Bernie Sanders no logrará ganar la candidatura del partido Demócrata. Le dará una lucha feroz hasta el final a la favorita Hillary Clinton, para luego reconocer que su asombroso desempeño no fue suficiente. Ni siquiera la llamativa seguidilla de siete victorias en estados como Wyoming o Colorado, lo pueden llevar a detener a un monstruo de la política y la maquinaria como la familia Clinton.
Pero Sanders, un hombre curtido de 74 años, lo sabe bien. Su lucha parece estar enfocada ya no en lograr lo imposible sino a redibujar el mapa político estadounidense. Sanders y su socialismo, gana aún perdiendo, porque ha demostrado que en una época de estupidez política, de eslóganes baratos y propuestas impracticables, de personajes como Ted Cruz o Donald...