¿Quién lo tiene? ¿Para qué sirve? Para algunos es una mezcla de elegancia, gracia y la capacidad de tratar bien a otros mientras transmitimos una imagen favorable. En una de sus interpretaciones, el Diccionario de la Real Academia Española lo define como la facultad de “apreciar y encontrar belleza”. Hace varios días, un grupo de empresarios, periodistas y textileros hablaban del tema en un restaurante. Algunos decían que es un asunto subjetivo. Otros opinaron que no importa donde haya nacido una persona, existen cualidades universales que compartimos los humanos y no están ligadas a la fama, el dinero o el apellido.
Esta semana y mientras escuchaba el discurso de Michelle Obama, recordé la conversación de ese grupo de personas. Y es que ella...