La fecha de las elecciones generales en España delata la desesperación y la trapacería del Gobierno de Rajoy: cuando la gente está pensando más en la Navidad que en ninguna otra cosa, y algunos han iniciado viajes familiares o de vacaciones; cuando los que la cobren habrán percibido su paga extra y muchos estarán soñando con el gordo. Ignoro lo que habrá ocurrido en estas semanas que faltan, pero hoy no parece que estemos cerca de ocasión tan trascendental y señalada. Entre los atentados de París y la jaula de grillos catalana, la atención está desviada. Si uno lee los periódicos o ve los telediarios, las noticias relativas a esta votación no aparecen hasta la mitad, si no más tarde, y son bien escuetas. De momento no da la impresión de que...