Cada vez son más audaces los ataques de los hackers o piratas informáticos en todo el mundo. Pareciera que el uso masivo de la red que produjo la pandemia hubiera impulsado el número de ataques informáticos. Sus blancos son cada vez más numerosos, han sido víctimas los hospitales y sistemas de salud, empresas, oficinas de gobierno, servicios de policía, partidos políticos (como el Centro Democrático recientemente), entre otros.
Las razones varían, pero recientemente, a comienzos de mayo, se dio una arremetida muy preocupante y espectacular: el ciberataque a un oleoducto estadounidense, llamado Colonial Pipeline, que provee el 45% de la gasolina que consume la costa este. Después se supo que el operador del oleoducto había cedido al chantaje...