Por Marco Holguín
A propósito de la columna del domingo 19 de julio del exalcalde Federico Gutiérrez (“Confianza y Cultura Ciudadana”), dos reflexiones:
1. Debería haber una ley que obligue a los funcionarios nuevos a sustentar la eliminación de un programa de la administración anterior, donde quede muy claro por qué no se debe continuar con los programas de la administración anterior. Hemos visto a diestra y siniestra cómo no se da continuidad a los programas, terminando así de un “pupitrazo” el trabajo de muchas personas por el simple hecho de no hacer parte de su plan de gobierno.
2. Teniendo tan buenos resultados en programas como el de la “tienda de la confianza” o, mejor aún, el del “bus de la confianza” (información de la citada columna), no es posible que los antioqueños seamos tan de malas y nos equivoquemos eligiendo a nuestros gobernantes y estos, a su vez, sean tan de malas que en algunas ocasiones se equivoquen eligiendo a sus colaboradores.
Adicionalmente, con ese porcentaje tan alto de honestidad (información de la columna) no es posible que necesitemos tener tantos organismos de control, y lo peor, que tengamos exfuncionarios de estas entidades involucrados en escándalos de corrupción.