En buena medida, la difícil situación actual de la economía es hija de la bonanza inmediatamente anterior. Finalizó un ciclo muy favorable de precios altos de los productos básicos y una demanda mundial creciente de esos productos. La combinación de crecimiento mundial y altos precios del petróleo y de otros productos permitió crecer más aceleradamente y ofrecer oportunidades para la población. Hemos tenido un aumento significativo de la clase media, disminución de la pobreza, aumento de empleo, mejoramiento en cobertura y parcialmente de la calidad de los servicios básicos. Todo esto se ha traducido en bienestar.
La bonanza también trajo consigo la fuerte y prolongada revaluación de peso que indujo cambios insostenibles en la mezcla de producción...