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Según la RAE, se habla de logorrea —sinónimos: “verborrea” y “verborragia”— cuando hay una “locuacidad excesiva” o un “habla incontrolable y continua, característica de algunas enfermedades”. Una definición que resonó esta semana, cuando Daniel Coronell entrevistó por casi dos horas al presidente Petro.
Y no lo digo solo yo. Lo sugirió también el propio entrevistador, quien afirmó luego del encuentro que “nunca había visto al presidente (...) tan perturbado” como el lunes pasado. En palabras de Coronell, durante la entrevista, el presidente Petro “abría sus brazos, me señalaba constantemente con un lápiz y la saliva empezó a acumularse en las comisuras de sus labios. Evadía cada pregunta y respondía con largas disquisiciones de historia, de geografía, de economía, de matemáticas, como si estuviera más interesado en oírse a sí mismo que en responder.”
Y se notó. Por acá algunos extractos textuales de esa entrevista.
“(...) y entonces los haitianos quitaron el color blanco, simbólico: solo dejaron azul y rojo. Y esa bandera azul y roja, con el amarillo que Miranda se inventó porque era el sol del Caribe —no el pelo rubio de la esposa del zar, ¡que era feísima! Y Miranda no era hombre de mal gusto. Entonces, como casi los latinoamericanos, no lo somos, incluido usted...”
“La diplomacia mundial es bombas y dinero: poder de machos que reemplazan sus órganos genitales. Y no vuelvo a repetirlo porque ahora tengo que retractarme. Por bombas. Poder de la máquina, poder de la muerte, cuando sus órganos genitales son reproductores de la vida. Termino ahí. Ese es el poder del macho que termina siendo homosexual y no lo reconoce cuando debería. Pero no me meto en Freud.”
“Dicen, no sé, que soy misógino; pero si a mí me gustan todavía las mujeres, y creo que hasta el día que me muera, ¿por qué voy a ser misógino, si los misóginos son los que no quieren a las mujeres porque tienen otros gustos? Entonces, esa joven —que es hermosa desde un punto de vista cultural, porque en cada cultura hay hermosuras y las mezclas traen más hermosuras—... Por eso la mujer colombiana es bella. Y por eso los exportadores de flores, en vez de exportar rosas y claveles europeos que nos pueden quitar el mercado, deberían exportar flores colombianas, que son más bellas.”
“(...) Obviamente, Caracol y RCN no lo permiten transmitir. Yo no sé... ¿Eso tiene derechos de autor de Walt Disney? No, de Disney, la empresa. (...) Porque esa cantante allá cantó y lo hizo bien, en su estilo, y ha sido capaz de cantar al lado de Andrea Bocelli, que vino aquí a Colombia, y la empresa que hizo eso, con codicia, no invitó al Presidente, y yo quería conocer a Andrea Bocelli, porque es arte.”
“Me encanta usar las matemáticas je, je, je (...) 26 por 6. 6 por 6 = 36. 6 y van 3. 6 por 2, y 3 = 15,8, Daniel je, je, je. Bueno, pero ese no es el problema aquí. Yo era el primero en la clase de matemáticas todo el tiempo. Saqué 5, 5 y 5. Y en la universidad. Debí haberme dedicado a las matemáticas. (....) En las matemáticas está la lucha de clases.”
Igualmente, entre tanta logorrea, hubo espacio para volver a tildar de despreciable a María Corina Machado y defender a Maduro; para afirmar que había que “sacar a Trump”; para sostener que Ecopetrol “se estaba quebrando”; y, lo más revelador, para admitir que el verdadero deseo del presidente era “ser inolvidable” y “trascender”. Todavía le quedan largos nueve meses para, entre la verborrea, persistir en una ruta kamikaze hacia ese último objetivo.
