Pico y Placa Medellín
viernes
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Durante estas semanas retoman labores los colegios privados calendario B del país, y con ello, la inmensa mayoría de instituciones educativas, en todos los niveles, habrá iniciado actividades académicas.
Estoy convencido del papel definitivo de los colegios en la vida y salud de la sociedad, por argumentos que trascienden la construcción de conocimientos: El desarrollo moral, la comprensión de las normas y límites en la construcción de la libertad, el entendimiento del papel cívico que debemos ejercer los ciudadanos en la protección de un sistema democrático, son aspectos incluso más importantes que el del aprendizaje de temas disciplinares. Por esa razón, como lo escuché alguna vez, vivo convencido de que los colegios son, ante todo, espacios para construir una idea de sociedad.
Por esa comprensión que creo que debemos recuperar sobre el papel de los colegios, aprovecho la reanudación del calendario académico para extender una lista de deseos a todos los actores que participan día a día del admirable oficio de la educación.
A los maestros les deseo que encuentren en su vocación las herramientas y la energía para desempeñar un papel trascendente. Que lleguen a la construcción de aprendizajes profundos a través del ejemplo; que utilicen el afecto como principal instrumento pedagógico, y que, a través de él, logren dejar una marca de transformación personal en cada uno de sus alumnos.
A los padres de familia, les deseo que se vuelvan embajadores constructivos e incondicionales del proceso escolar. Que recuerden que una misión tan importante como la de educar a sus hijos solo se puede lograr en equipo. Que rodeen a cada uno de los profesores, empleados y directivos, los acompañen asertivamente y trabajen con ellos desde el respeto y admiración que debe profesarse siempre por quien haya decidido entregar su vida al servicio de los demás.
A los directivos y rectores, que disfruten la labor de dotar de sentido todo lo que pasa al interior de sus colegios. De acompañar y corregir a sus alumnos. De llenarlos de buenas energías y de optimismo. De engrandecer sus propias vidas mientras engrandecen la de ellos.
Y a los más importantes, los estudiantes, les deseo un buen camino por el recorrido de aprendizajes, superación de obstáculos, construcción de conexiones personales y desarrollo del carácter que representa la etapa escolar. Que vivan vidas bien vividas, y que se empeñen en ser todos los días un poco mejores.
Todos los demás actores que vemos la actividad escolar desde la distancia debemos abogar porque las instituciones educativas, y sobre todo en los colegios, sean un faro iluminador de los comportamientos y actitudes tolerables, y de atención a los no tolerables que queremos ver convertidos en la cultura de nuestra sociedad. De nuestro papel depende que los colegios sean siempre templos donde, a pesar de que en ocasiones ocurran incidentes desafortunados (como ocurren en la vida), se construya la mejor versión posible de vida para todos los que crecen en él.
A quienes inician un nuevo año lectivo, y a los que lo retoman en estas semanas, les expreso con estas notas mi más sincera admiración, y les deseo solamente lo mejor.
