La demografía y la economía tienen una antigua relación que se ha prestado para muchos fantasmas, como la amenaza de las hambrunas masivas de Malthus en el pasado, mientras que hoy la preocupación se concentra en las consecuencias nocivas sobre los sistemas pensionales y de salud de una población envejecida. En tiempos de globalización aparece otro camino que conecta el proceso de transición demográfico con los cambios en la formación de ahorro de los hogares.
Con la mejora en el nivel de vida y las condiciones médicas de la población disminuye la mortalidad; unas décadas más adelante cae la tasa de fecundidad general. Actualmente, en medio de ese proceso, la tasa de fecundidad ha descendido en el mundo a 2,4 hijos por mujer, cuando en 1960 era...