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Los efectos sobre Perú, Ecuador y Colombia del “histórico” tratado entre la Unión Europea -UE- y Mercosur merecen la atención de los afectados. Comienzan los críticos por afirmar que el adjetivo “histórico” no parece estar bien empleado. La negociación se inició hace 20 años, en junio 28 de 1999, permaneció dormida durante algunos años y en 2016 se reiniciaron. Se estima que en bienes y servicios negociarán anualmente unos 137.000 millones de dólares estadounidenses.
Comprende Mercosur cuatro países, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. La población de las cuatro naciones suma 260 millones con un ingreso per cápita de 10.700 dólares/año. La UE comprende 28 países, sus habitantes son 510 millones y su ingreso per cápita 37.400 dólares/año.
De acuerdo con Bruselas, el pacto les eliminó 4.500 millones de dólares por año en aranceles a las exportaciones de la UE hacia Mercosur. El diario inglés The Financial Times estimó que las reducciones fueron cuatro veces mayores que las concedidas por la UE al Japón en su reciente tratado comercial y siete veces superiores a las del acuerdo de la UE con Canadá.
Estimó el Times que radicaron las mayores dificultades de Mercosur para reducir sus aranceles en su apertura para los vehículos europeos. Las más controversiales dificultades de la UE se centraron y todavía se centran en su apertura para los productos agrícolas de Mercosur, de Argentina en especial.
Las dificultades agrícolas bien pueden perdurar y dificultar la aprobación del tratado por los parlamentos de Francia, Alemania, Portugal, España y Holanda. Emanuel Macron, presidente francés, considera demasiado generosas las concesiones, porque figura Francia como el mayor receptor de los subsidios agrícolas de la UE, perderían nada menos que 8.600 millones de dólares por año.
Sin embargo, los acuerdos tienen su lado oscuro. La apertura relativa que brindan tan solo la disfrutan los miembros del acuerdo. Para los países extranjeros como Colombia, la situación se torna muy complicada por culpa de las barreras no arancelarias que nada tienen que ver con estos. Ejemplo, el comercio interno entre los 28 países de la UE es muy sencillo; pero para los extranjeros es muy complejo.
Una reconocida experta de nombre Naomi Ages, dijo: “intercambiar carros por vacas no es aceptable cuando de por medio se destruyen los bosques del Amazonas”. La destrucción de los bosques aludidos afectará el clima de Perú, Ecuador y Colombia, porque, como es sabido, los vientos del hemisferio sur soplan sobre Chile y Argentina de occidente a oriente, se curvan frente a las costas de Brasil y toman la trayectoria del sureste hacia el noroeste, arrastrando la insustituible humedad de la amazonia hacia Perú, Ecuador y Colombia.
