Viendo la reacción de Donald Trump frente a la victoria de Joe Biden recordé algo que ocurrió con mi sobrino Riccardo cuando él tenía cuatro años. Pasamos la tarde jugando con una pelota en el parque. Todo estuvo bien, hasta que llegó la hora de regresar a la casa. Mi sobrino quería seguir jugando. Finalmente tuve que coger la pelota. Fue entonces que se desató el infierno. Fueron llantos y gritos en la mejor versión del melodrama italiano. Tuve que decirle de manera firme, “hacer pataletas no te...