Pensaba escribir sobre el beso que nunca se pudo dar porque Juanpa (como le gusta que le digamos) se encontró con una mujer digna y valiente. Esta mujer no tenía el compromiso de redimir al mundo como Jesucristo, que aceptó el beso del traidor para cumplir con el mandato del Padre. Él sabía que Judas lo traicionaba por unas monedas, pero su compromiso era aceptar todo, hasta el beso traicionero y morir en la cruz para así salvar al mundo.
Alexandra, hermana del subteniente de la policía Eliécer Alzate Patiño, sacrificado por cumplir con su deber de patria, retiró su cara para no recibir un beso de quien entrega el país a los enemigos de Colombia. Gesto de Alexandra digno de los héroes que ahora han sido igualados por el gobierno a los narcotraficantes...