Eso del santo desconocido se lo inventó mi tío, el padre Nicanor. Como lo del soldado desconocido, decía, y de vez en cuando me invita a que venga a acompañarlo en una de esas misas suyas sin asistentes, fuera de Mariengracia y yo, en que él celebra la que llama fiesta del santo desconocido. Que es, a mi parecer, su peregrina versión de la fiesta de todos los santos. Un homenaje a la santidad ignorada. Alguna vez dizque le contaron al obispo y este dicen que dijo que es mejor la chochería de un viejo cura “biato”, que la herejía de un teólogo engreído. Debe ser un cuento. No sé. Lo cierto es que mientras llegaba Mariengracia, nos pusimos a hablar de un tema tan poco atractivo, tan “jarto” para tantos de nosotros, como es el de santidad ignorada....