Me correspondió tener una amistad bastante cercana con el presidente Belisario Betancur, mi compañero en las academias de Historia y de la Lengua, y aprendí a apreciarlo en toda la dimensión de su extensa e intensa personalidad. Fueron innumerables las conversaciones que tuvimos en donde siempre veía uno reflejado a una persona de una enorme sencillez, que invocaba con orgullo el origen de su familia de arrieros en Amagá, con sus 22 hermanos y todo lo que significó su lucha para estudiar becado hasta la terminación de sus estudios de Derecho.
Tal vez ese origen humilde fue lo que lo llevó a plantearle al país la primera apuesta por la paz en medio de un escenario en donde buena parte de la clase dirigente presionaba por una salida guerrerista....