Por Jorge Eduardo Urueña L.
Hace algunos días, la Secretaría de Educación de Medellín decidió “celebrar” e invitar a los maestros y maestras de la ciudad a una tradicional viejoteca, después de las ocho horas laborales que estos deben cumplir por día. En medio del bullicio y el calor por el hacinamiento de más de decenas de docentes que asistirán al evento, pretenden instalar y emprender “la rumba” de agradecimiento a la labor que estos mismos hacen, día a día, con la comunidad estudiantil.
Aun así, desconociendo los esfuerzos descomunales que se hacen para incentivar el amor hacia la ciencia y la investigación dentro del aula de clase, siendo indiferentes a los tiempos extras que aporta el docente para trabajar con la comunidad de padres que...