Hoy nos enfrentamos a una pandemia que juega con nuestros peores y más básicos temores humanos: incertidumbre, mortalidad, soledad. Quizás lo más devastador de todo es la combinación de los tres: la aterradora perspectiva de que podríamos morir solos, sin el abrazo de un ser querido, con palabras que se quedan sin decir. Estos sentimientos y temores son palpables para todos nosotros: padres primerizos, estudiantes universitarios aburridos, trabajadores despedidos y, quizás especialmente, jubilados mayores que son especialmente vulnerables al covid-19.
Si hay buenas noticias, es que tenemos más tiempo para reflexionar sobre las relaciones que realmente importan en nuestras vidas. Y hay una solución sencilla para cualquier persona con un teléfono inteligente o una computadora y una hora libre para usar este tiempo para construir una conexión más profunda con un ser querido: grabar una entrevista. Hemos estado grabando conversaciones entre amigos y familiares en StoryCorps durante los últimos 16 años. Confíe en nosotros cuando le decimos: para las personas confinadas que buscan algo significativo que hacer, es la definición misma del tiempo bien empleado.
La primera tarea es encontrar un compañero de entrevista: un abuelo al que quiera honrar escuchando su historia, un maestro del pasado al que nunca se tomó el tiempo de agradecer, un amigo a quien no le ha dicho todo lo que quisiera. Si tiene un pariente que dice: “No quiero hacer esto. No tengo historias que contar”, diga que esto es para que los tataranietos escuchen algún día. A menudo son las personas más renuentes las que terminan contando las historias más notables.
Coordine una hora y lugar para sostener la conversación –a una distancia social apropiada, claro– para que se sienta especial. Si está cara a cara, elija el lugar más callado que pueda, donde no tendrá interrupciones. Apague todas las distracciones.
Prepare preguntas con anterioridad. Tenemos una lista de preguntas que hemos descubierto en el transcurso de los años que son particularmente convincentes, pero las preguntas más importantes son las que siempre ha querido hacer: ¿Cómo le gustaría ser recordado? ¿Qué le ha dado tranquilidad en este tiempo? Piense en ello como una oportunidad de descubrir sabiduría que puede ser pasada de una generación a la siguiente y use la oportunidad de manera apropiada. Hable sobre cosas que importan. Hay algo extraordinario que puede suceder en la formalidad de una entrevista –un micrófono le da licencia para decir y preguntar cosas sobre las que nunca antes ha hablado–. Puede hacer video o audio, pero siempre prefiero audio. Para mí, el alma está contenida dentro de la voz humana.
Manténgase enfocado, escuche atentamente y evite interrumpir. Haga preguntas de seguimiento. Si la persona a quien está entrevistando no quiere hablar sobre algo, no lo fuerce. Mire a su compañero de entrevista a los ojos. Uno de los dichos que usamos con frecuencia en StoryCorps es “escuchar es un acto de amor”.
Al final de la entrevista, tómese un minuto para cambiar los papeles y decirle a la persona lo que significa para usted. Agradezca su tiempo. Todas las relaciones familiares son complicadas, y sentarse cara a cara con un ser querido y hacer preguntas importantes, a veces difíciles, requiere valor. Nos recuerda nuestra mortalidad. También les recuerda a nuestros seres queridos que son importantes y que no serán olvidados. Arriésguese, no se arrepentirá.
Luego, asegúrese de poner la entrevista en un lugar seguro y haga copias de ella. Cuando era más joven, entrevisté a mis abuelos en una grabadora de cassette, y ese cassette desapareció. Hasta el día de hoy, 45 años después, me encuentro ocasionalmente buscándolo, esperando que pueda aparecer mágicamente. No cometa el error que cometí.
Antes de refugiarme con mi familia, casi todos los días alguien se me acercaba y me decía: “Ojalá hubiera entrevistado a mi abuela”, o madre, hermano o padre, “pero esperé demasiado”. Es fácil posponer estas conversaciones. La naturaleza humana es decir: “Lo haré algún día”. Pero, ¿por qué “algún día” no puede ser ahora?.