<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Extrañas

Para la aristocracia, ser médico en el siglo XVIII no parecía ser un cargo demasiado importante, y así se lo hace saber su padre: “los médicos son criados, gente menor a nuestra disposición, sirvientes mejor pagados y solo un poco más instruidos.

09 de junio de 2023
bookmark
  • Extrañas

Por Diego Aristizábal Múnera - desdeelcuarto@gmail.com

El escritor mexicano, Guillermo Arriaga, publicó recientemente Extrañas, una novela que es un homenaje a la medicina, a la búsqueda de sí mismo, a la comprensión del ser humano. 489 páginas que dejan claro lo siguiente: “Ningún viaje cuenta con un destino final, el destino es el viaje mismo”.

Así lo descubre, poco a poco, William Burton, un joven aristócrata cuyos padres le han enseñado a fingir simpatía por los campesinos y trabajadores, a pronunciar palabras pomposas para impresionarlos, a regalarles unos cuantos peniques en Navidad y todas esas ridículas cortesías para poder pasar como un magnífico señor. En uno de esos viajes por Evergreen, Inglaterra, tierras de su millonario padre, William descubre unos personajes que por sus deformidades o particularidades físicas eran aislados, encerrados y tratados como engendros, “no los dejamos morir por ignorar si hacerlo es o no pecado, el mismo párroco lo ignora y ante la duda, son criados entre las bestias”.

Sin embargo, este universo prohibido para el hijo heredero, más que alejarlo de los engendros, germina en él un insólito sentimiento de simpatía por los demás, hasta el punto de afirmar que “vencer las enfermedades es el mejor homenaje a Dios”. La verdadera ciencia se origina en las preguntas, y el joven William tiene muchas y apenas una claridad: quiere estudiar Medicina para comprender las rarezas del ser humano. Ahora, para la aristocracia, ser médico en el siglo XVIII no parecía ser un cargo demasiado importante, y así se lo hace saber su padre: “los médicos son criados, gente menor a nuestra disposición, sirvientes mejor pagados y solo un poco más instruidos, ¿eso deseas ser?, ¿un lacayo llamado a deshoras para atender partos o sofocos de ancianos?, ¿quieres dedicar años de estudio solo para aplicar compresas, dar sugerencias ridículas, suministrar brebajes inservibles?, aire puro, trabajo y sentido común bastan, no te conviertas en uno de esos inútiles disfrazados de erudición”.

Pero William decide seguir adelante con su plan y por esta sencilla razón su padre le deroga los privilegios aristocráticos y es desterrado. Apenas con una mesada a perpetuidad, emprende un viaje incierto donde pretende, al menos, no decepcionarse a sí mismo. Son muchos los personajes que acompañan esta historia, pero hay uno fundamental que inspira a William, Robert Black, un afamado médico londinense especializado en gente “extraña”, que ha escrito un libro sobre el universo de lo “diferente”, un tratado apasionante que reúne seres casi mitológicos que el médico ha conocido, de primera mano, recorriendo territorios remotos. Un personaje como Black es quien le demuestra a William que “la medicina no era un ejercicio trivial como sostenía mi padre, cambiaba vidas, esperanzaba futuros, preferible dedicarme a investigaciones y trabajos como los del doctor Black, a sentarme en un escritorio a dictar órdenes para acrecentar una fortuna inmensa”. Juntos, William y Robert, nos llevarán a descubrir las “extrañas”. Este libro puede ser apasionante para quienes se dedican o quieren dedicarse a la medicina, profesión que no debería perder nunca de vista el valor de cada ser humano y las rarezas.

Sigue leyendo

Te puede Interesar

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD