Por Dianne Feinstein
En lugar de bloquear los esfuerzos del presidente Obama para cerrar el costoso centro de detención de la Bahía Guantánamos, el Congreso debería estar trabajando junto a él para cerrarlo finalmente.
He ido a Guantánamo dos veces, una en 2002, y de nuevo en 2013.
Ver las instalaciones de primera mano refuerza mi convicción en la gran necesidad de cerrar esta prisión, la cual nos ha costado billones de dólares y es una amenaza para la seguridad nacional.
Dicho simplemente, Guantánamo es una de las mejores herramientas de propaganda que tienen los terroristas hoy. Nuestros enemigos la usan para justificar el terrorismo y reclutar a otros para librar una yihad violenta, y nuestros aliados la siguen criticando como una violación...