Muchas veces consideramos que la oferta cristiana de la Paz, es sometimiento débil e ingenuo ante la fuerza y poder del mal, la injusticia. Pensamos que la paz cristiana del evangelio consiste en estar de acuerdo, con todos y en todo. La injusticia, la violencia y la muerte incluidas. Nada más lejano a la realidad de muchas expresiones de Jesús, que manifiesta un rechazo radical al mal, la injusticia y la violencia de muerte para recuperarnos a todos, incluyendo al malo, al injusto, violento y pecador.
No estamos ante un relativismo por temor o por confort (comodidad), cuando estamos empeñados en dar la vida por los demás como lo hizo Jesús. Se trata de liberar los seres humanos del poder del mal, la injusticia y la muerte. Para esto se necesita...