Cada siglo tiene sus hombres y mujeres que sueñan en grande, y es por ellos, por sus sueños, que la humanidad alcanza hitos que marcan la historia. Los avances científicos y los conocimientos tecnológicos son fundamentales por supuesto, pero antes está la habilidad creativa. Sin ir muy lejos, este mes de julio hemos sido testigos de los primeros vuelos espaciales turísticos y de la inauguración del Maglev, el tren chino que levita magnéticamente y que puede alcanzar velocidades de 600 kilómetros por hora.
La imaginación poderosa de algunos y la capacidad económica de otros han conseguido materializar aquello que comienza siempre como un mero acto de curiosidad. En el siglo XIX, Michel Verne, hijo de Julio Verne, propuso la idea del vactrain (vacuum...