Más de 30 mil jóvenes y adultos hacen parte de aproximadamente 30 comunidades de tecnología que se reúnen en Ruta N. De ellas, cinco han sido identificadas con el ánimo de fortalecer la participación de las mujeres en temas de tecnología. Actualmente se habla de sororidad para definir la relación de hermandad entre mujeres, y les invito a pensar en común la tecnología está cambiando la forma en la que las mujeres nos relacionamos entre nosotras.
Las comunidades de la tecnología son redes de personas que buscan intercambiar conocimiento alrededor de diferentes tecnologías, lenguajes de programación y elementos de análisis en temas digitales así como desarrollar capacidades necesarias para los retos de la economía digital. De esta forma, las comunidades tecnológicas de mujeres se fundamentan en la cooperación y el aprendizaje mutuo, para incrementar la participación de las mujeres en la fuerza laboral del sector de tecnología.
¡Eso es sororidad!, ya que permite a las mujeres trabajar unidas en la solución de retos sociales y económicos, a partir de la tecnología. Aunque desde 1921, el novelista español Miguel de Unamuno, había hablado de sororidad como un elemento diferente de las relaciones de paternidad o fraternidad, la tecnología ha permitido redefinir la cooperación entre mujeres. Hoy en día, las acciones que ha emprendido el sector de la tecnología en temas sociales y ambientales o de inclusión social y económica de las mujeres, está ligado con el establecimiento de relaciones de cooperación más que de competencia.
Hace un tiempo me leí un libro, que me atrevo a recomendar: El abanico de seda de Lisa See, donde la obra cuenta de las relaciones de hermanas entre mujeres hacia el año 1200 en China, cuando las mujeres del Norte compartían sus preocupaciones con sus amigas a través de un lenguaje único que escribían en los abanicos. Algo así es lo que pasa en las comunidades de tecnología de mujeres: tienen un lenguaje de entendimiento común que en este caso es el código de programación.
Uno de los conceptos en mayor renovación de los últimos años es el de feminidad. Así que la forma en que las mujeres nos relacionamos entre nosotras mismas, cada día más cobra mayor importancia. Es una invitación al movimiento feminista para ponerse en sintonía con estas nuevas formas de sonoridad tecnológica.