Por EVA BORREGUERO
Las circunstancias que rodean el arresto de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, que incluyen acusaciones de espionaje cibernético, reúnen las condiciones dignas de una novela de intriga de Graham Greene, que en este caso, se desarrolla en un escenario dominado por la inteligencia artificial.
Meng Wanzhou, hija del fundador de la compañía, fue detenida en Vancouver bajo demanda de extradición de EE. UU. el pasado sábado, el mismo día en que los presidentes Trump y Xi se reunían en la cumbre del G20 en Argentina.
Para las autoridades chinas el suceso es un episodio más en la guerra comercial que pretende frenar el auge tecnológico del país. La segunda economía del mundo, que ha puesto en marcha el plan “Fabricado en...