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Lo realmente grave no es la verborrea del presidente

hace 4 horas
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  • Lo realmente grave no es la verborrea del presidente

Por Juan David Escobar Valencia - opinion@elcolombiano.com.co

Cuando se evalúa a un enfermo, es posible que por lo urgente y llamativo de un síntoma se le dé prioridad a este, arriesgándose a que el mal que realmente representa una amenaza existencial no se diagnostique. Si una persona llega a un centro médico con una cortada en un dedo, la sangre, siempre tan escandalosa, encausará la atención hacia esa herida, pero podría ser una enfermedad no diagnosticada o menos evidente lo que luego la mate.

Eso mismo pasa en Colombia, también bajo amenaza existencial que se consolidará en 2026 si el actual desgobierno gana las elecciones de congreso y presidencia, en cuerpo ajeno o propio. Por estar entretenidos en las estupideces diarias del “okupa” de la Casa de Nariño, que regurgitan desde su cerebro afectado por sus deficiencias internas y/o aumentadas por sustancias externas, estamos ignorando lo verdaderamente peligroso.

Lo efectivamente grave no son las alucinadas incoherencias de sus alocuciones, sino lo que no estamos viendo ni haciendo por estar encandilados por tantas “luces de bengala de estiércol”. Lo delicado no es si quien desgobierna estuvo en una orgía parisina y perdió el control de esfínteres, sino que quienes votaron por él, y quienes se abstuvieron de votar, orientados por ninipolíticos como Fajardo, son cómplices, por ejemplo, de la destrucción del sistema de salud, que debía optimizarse, pero que “era” de los mejores del mundo. Lo verdaderamente peligroso no es su verborrea venenosa, incoherente y profusa, sino que no detengamos el descalabro del sistema energético que se avecina y los otros daños que están en marcha, porque es irresponsable aceptar lo que muchos están diciendo: que no nos preocupemos porque solo faltan unos “mesecitos”.

Dejamos de hablar de la nefasta reforma pensional que nos pasará factura en unos años y eliminará la oportunidad de pensión de sus hijos y nietos. Por pararle bolas a las imbecilidades de un serial padre fracasado, no está en primera página que uno de sus hijos todavía no está encarcelado por sus acciones ilegales durante la campaña. Tampoco parece importarle a nadie que la inútil Comisión de Absoluciones del Congreso haya sido incapaz de hacer una simple suma de aportes y “descubrir” que el actual desgobierno podría haber llegado al poder de manera ilegal; o que el año entrante la Registraduría sume “extrañamente” los votos, como advertí desde febrero de 2022. No resultó importante que destruyeran al Icetex, suspendieran la Regla Fiscal, impusieran una reforma agraria marxista camuflada con otro nombre (ZPPA), y que la violencia y la inseguridad campee sin control porque las Fuerzas Militares están esposadas, en vez de los narcoterroristas.

Vamos a perder el país por “atender” lo llamativo y escandaloso, en vez de ocuparnos de lo importante: asegurarnos que el virus que logró entrar sea expulsado y no quede posibilidad de una reinfección.

P.D.: en mi columna de la semana anterior incluí una cita de Aristóteles de su obra “La Política”, pero por un error involuntario dije que era de “La República”, que es de Platón. Les ofrezco disculpas a ambos por la penosa confusión y espero que Aristóteles me excuse porque en su obra “Ética a Nicómaco” dijo que: “en las cosas involuntarias lo que procede es el perdón, y a veces la compasión”.

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