Una de las características fundamentales de cualquier gobierno debe ser la disposición al diálogo y la concertación. De ninguna manera son sinónimos de debilidad, por el contrario son mecanismos que le permiten a todo gobernante recibir opiniones y puntos de vista coincidentes, pero también divergentes, independiente de que finalmente quien tiene el mandato para decidir lo haga y asuma la responsabilidad que toda decisión conlleva.
El principio de autoridad no es imponer algo porque a alguien le parece, es lograr justamente que la decisión que se tome tenga el mayor nivel de legitimidad, es decir, de aceptación, por quienes van a ser afectados por esa decisión.
En Políticas Públicas se plantea siempre la tensión entre quienes creen que una buena...