Comparto con el lector algunos apartes del primer día de la Novena de Navidad que en diciembre de 1963 emitió por radio, en Medellín para Coltejer, el monje benedictino español Andrés Ripol, bien conocido en la sociedad antioqueña.
En ese año Fernando González y el padre Ripol estuvieron estrechamente unidos. El solitario de Otraparte, en plena madurez literaria y espiritual; el monje catalán, en medio de la crisis de vida religiosa que le despojó de su hábitos y lo desterró de Colombia. De esos últimos meses de la amistad entre el filósofo y el religioso catalán, (Fernando moriría el 16 de febrero de 1964) queda, además de su correspondencia, el texto de esta novenita póstuma, escrita al alimón, que fue rescatada para su publicación en 1993...