En medio del despliegue mediático observado en las celebraciones del pasado lunes 26, cuando la dulce mermelada de los millones de dólares obtenidos con la impagable deuda externa se paseó a lo largo y ancho del territorio, llamó la atención la forma inesperada como el Comandante de las Farc Rodrigo Londoño Echeverri (a. Timochenko) se refirió a los sacrificados, adrede seleccionados para la ceremonia purificadora: “...ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra”. ¡Son las palabras textuales del nuevo colombiano egregio!
Así las cosas, si no traicionamos nuestro bello idioma, el líder de la agrupación criminal –ahora convertido en dirigente de una legión de querubines...