Cuando era pequeña mi papá me leía historias de la II Guerra Mundial. Quizás resulta extraño, incluso extemporáneo o poco adecuado hoy en día que pareciera que los padres estamos más obsesionados que nunca con mantener a nuestros hijos dentro de una burbuja. Como si no existieran ni el dolor, ni el sufrimiento, y más bien estos fueran temas tabú. No recuerdo las historias de mi papá como un trauma. Más bien generaban en mí una extraña curiosidad que todavía hoy me cuesta describir. A través de esos cuentos y de libros de historia para niños aprendí acerca de las implicaciones de la II Guerra, y desde entonces he querido aprender más y más sobre ello, hasta el punto que todavía hoy en día es uno de los temas sobre los que más me gusta leer.
Fue...