A la diputada venezolana María Corina Machado, que ha levantado su voz para denunciar las truculencias de Maduro, ¿le espera desde hoy la cárcel?
Le han montado la temeraria acusación de querer asesinar al paranoico que gobierna hoy esa Nación.
La posición de los gobiernos latinoamericanos ante tamaña barbaridad ha sido de silencio cómplice. Es como si fueran adquiriendo la calidad del cipayaje. De vasallos de un sistema lleno de equivocaciones y de injusticias como el que preside el señor Maduro.
No los conmueve la denuncia de la ONU ni el pronunciamiento de un grupo de expresidentes latinoamericanos para condenar la persecución a las protestas sociales que sacuden ese país. El populismo silencia las conciencias.
Colombia menos alza su voz ante...