Querido Gabriel,
Estaba de vacaciones en un país lejano. Fui a un mercado a comprar chocolates. Había marcas y orígenes diversos. Atrajo mi mirada un empaque blanco y rojo, suizo, con una pequeña bandera de Colombia, lo cual me generó nostalgia. Trabajo decente y protección de los bosques, leí con orgullo. ¿Pero ir tan lejos a comprar chocolate colombiano? Tomé otro de un país africano, una bella bandera también. Al final compré ambos, uno por el vínculo y el otro por exploración gastronómica. Cuando los probé, en todo caso, no pude reconocer la diferencia...
¿Hablamos de símbolos patrios y de patriotismo? ¿Conversamos sobre cómo fueron útiles para unir naciones y cómo ahora, si no elevamos nuestra consciencia, pueden ser un lastre para construir...