Querido Gabriel,
Desde el neolítico, en el equinoccio de Otoño, la época de la cosecha, la gente se comienza a preparar para el siguiente ciclo. De la abundancia, escogen qué semillas guardar para la próxima Primavera, reservan una porción para comer durante los siguientes meses y guardan con cuidado lo necesario para el duro invierno. A partir de allí, los días se acortan, la temperatura baja y el miedo natural, casi biológico, aumenta día a día. Nuestros instintos nos dicen que, como la naturaleza...