x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Trump y Petro, la mentira

30 de junio de 2024
bookmark
  • Trump y Petro, la mentira
  • Trump y Petro, la mentira

Por melquisedec torres - @Melquisedec70

Los episodios mentirosos de Trump nos conecta con el reclamo del presidente Gustavo Petro... La estrategia petrista es clara: responde con el mismo alegato, que las “fake news” e incluso las “cadenas de Whatsapp” son el soporte del trabajo periodístico.

Uno de los grandes riesgos de la democracia, o quizá el único, es que la voluntad popular no puede ser cuestionada sin importar el resultado; todo pueblo tiene el gobierno que se merece, dice el Eclesiástico, uno de los libros de la Biblia cristiana.

El flemático Churchill acuñó la frase “La democracia es el peor de todos los sistemas políticos, a excepción de todos los demás”, no sé si antes o después de que ese sistema lo tumbó estruendosamente a pesar de que acababa de derrotar al más peligroso enemigo de la humanidad, un pequeño sujeto austríaco que, amparado en el poder de la mentira, sojuzgó no solo a su país natal, sino que iba camino de controlar el destino del planeta.

Y justamente ese individuo austríaco, de singular bigotico, basó todo el arsenal de sus ejecutorias en el método casi infalible de “Una mentira repetida mil veces se transforma en verdad”, construido por su más eficaz lugarteniente, el filólogo Paul Joseph Goebbels. El engaño como arma de guerra, a la que aludieron tanto el estratega militar Sun Tzu como el politólogo Maquiavelo, Goebbels lo amplificó a los más altos niveles. “Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”. Para que no quedase duda de su papel, Goebbels era el “Ministro para la Ilustración Pública y la Propaganda”.

Lenin y Trotsky decían también que “la mentira es un arma revolucionaria”. Sus alumnos en Latinoamérica, un siglo después, aún lo ponen en práctica.

El primer debate electoral de Estados Unidos entre Biden y Trump mostró dos caras de alto riesgo para dirigir a la nación más poderosa del mundo: uno, incapaz en muchos episodios de hacerse entender o de hilvanar frases coherentes; otro, eficaz en el insulto y las mentiras repetidas, claramente una táctica Goebbeliana.

Los constantes episodios mentirosos de Trump, hoy favorito para ganar en noviembre, nos conecta con el reclamo cada vez más airado del presidente Gustavo Petro alrededor de las mentiras que, según él, divulgamos los medios y periodistas para atacar a su gobierno. La estrategia petrista es clara: ante sus constantes falsedades responde con el mismo alegato, que las “fake news” e incluso las ya clásicas “cadenas de Whatsapp” son el único soporte del trabajo periodístico.

No basta la prueba irrefutable de que la mayor parte de los escándalos que han rodeado su gobierno han nacido y crecido dentro de su círculo más estrecho, esto es su hijo mayor, su hermano Juan Fernando, su nuera Daysuris, su mano derecha de la campaña Armando Benedetti, su cada vez más poderosa asistente Laura Sarabia o su gran mecenas Euclides Torres. Y el más reciente y altisonante episodio de corrupción no tiene más protagonistas que funcionarios que fueron de su más alta confianza como Olmedo López y Sneyder Pinilla, y aliados incondicionales como su consejera Sandra Ortiz y el presidente de la Cámara Andrés Calle, entre tantos otros y otras.

Más grave aún, tanto en Trump como en Petro, es lo que añade el libro Eclesiástico, “Cuando el rey es ignorante, el pueblo acaba en la ruina”.

Sigue leyendo

Te puede Interesar

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD