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Por Eugenia de Molina
Escuadrones que con disciplina, valor y honor nos protegen, los que en situaciones como la actual son descaradamente agredidos, permaneciendo este atropello en absoluto ostracismo. Qué incoherente paradoja, pues quienes atacan son los visibles para la prensa y noticieros y aquellos que son vilipendiados defendiendo el orden, son los incógnitos. ¿Son estas conductas sinónimo de libertad y democracia? ¿Acaso el policía herido no merece la atención de los medios? ¿A qué horas ha ocurrido esta tergiversación de valores? Un mundo trastocado, no puede ser un mundo en libertad, es un mundo oscuro y oprimido por soterradas fuerzas que lo diezman.
Nuestras Fuerzas Militares merecen nuestro profundo respeto y consideración, y desde mis letras, hago un sentido homenaje a quien se expone, a quien con valentía se atreve, a quien con valor defiende, olvidándose de sí mismo, haciéndolo por deber y por honor. Para ellos y para cada uno, mi admiración y sentida gratitud, porque a pesar de sus normales temores, siguen en pie para defendernos. Gracias, se las doy en nombre de Colombia y de nosotros los ciudadanos.
