“Fríamente calculado”, el pasado miércoles, a solo tres días de la marcha del 2 de abril, las noticias oficiales sorprendieron el panorama noticioso con la información sobre el inicio de las conversaciones con el ELN. Enumeraron los posibles logros de esos diálogos, la pasión de Juampa por la paz, la posición de Gabino y demás jefes guerrilleros frente al diálogo, quienes siguen justificando el secuestro, además de sentirse, irónicamente, los dueños del poder. Sin importar las exigencias guerrilleras, al parecer, el santismo les cedió y cedió, pues el momento era vital para el Gobierno: estaban asustados por la posible asistencia de las masas a la marcha, lo cual se sumaría a la triste imagen presidencial que cada día baja más en las encuestas...