Hace un poco más de veinte años se inauguró la Plaza Botero donde se alojaron las 23 esculturas que el maestro Fernando Botero –lleno de generosidad– le donó a la ciudad y que, desde entonces, han sido motivo de orgullo para todos los antioqueños y de admiración para los visitantes; sin embargo, el pasado martes se conoció un grave acto vandálico que afecta a nueve de esas valiosas piezas, sus pedestales y el piso del lugar, porque las obras fueron dañadas con sustancias químicas y su restauración...