Por Filanderson Castro Bedoya
Universidad de Antioquia
Psicología, semestre 9
filanderson3@hotmail.com
Indignación mundial ha causado la trágica muerte de George Floyd en un proceso policial en Minneapolis, la macabra y negligente forma en la que ocurrió el hecho ha despertado la furia de los estadounidenses quienes se han volcado a las calles a gritarle al mundo que, para algunos, el sueño americano es más bien una pesadilla.
La discriminación social y racial es una constante en los EE.UU., incluso aún después de tener un presidente de color, pero esta situación no es ajena al resto de naciones. ¿No hemos superado las barreras raciales en el mundo? El ser humano, a pesar de tener una línea evolutiva que se ha mantenido gracias al trabajo en grupo y el autocuidado de la especie, no se detiene en su búsqueda de razones que inciten a la división y el odio.
Nación, color, religión, cualquier elemento es válido a la hora de plantear una lucha incansable entre humanos, luchas que han generado las peores injusticias de la historia y que parecen tener su fin solo con la extinción.
Colombia bien puede ser la nación líder en dichas injusticias, a pesar de que muchos se han mostrado afectados e incluso enojados por el caso de George, generalmente olvidamos (como es común en nuestro país) nuestras propias víctimas, olvidamos que tenemos una lista de injusticias tan gigante, que si tuviésemos que actuar como en Minneapolis y quemar una ciudad como represalia por cada uno de estos actos, Colombia sería una brasa eterna.
Quizás sea hipocresía nacional o la sociedad nos ha moldeado de tal forma que solo nos mueve todo aquello que sucede fuera de nuestra tierra, quizás el colombiano se avergüenza de serlo y más bien se identifica como un extranjero perdido, quién sabe, algunos continuamos aún con la utópica idea de que llegue ese día en que un Carlos, un Jairo, una María, una Claudia, un Pérez, un Mosquera, una Sambony, un embera, un wayuú nos duelan tanto como un George, porque al final, en este mundo de injusticias y olvidos ellos son nuestros “George Floyd”.
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