¿Quién se enamora de un falso positivo? Quienes creen que bisturí da lo que natura no presta. Hablo de traseros agrandados en el quirófano. Estamos ante una nueva rebelión de masas... glúteas.
En la parroquia medellinense proliferan nalgas que se pueden quitar y poner como si fueran pestañas postizas. Cuando trastornan la esquina, en vez de decir adiós con la mano sus dueñas se despiden agitando su altiva retaguardia.
Sus propietarias asumieron que mientras más hiperbólicas sean las cuatro letras, mayor es la capacidad de erotismo que despiertan entre la población voyerista siempre ávida de darle de comer al ojo.
¿Qué clase de hombres exigen que sus damas se practiquen operaciones que a veces incluyen los pectorales como parte del paquete?
No estoy...