Por RUBÉN LONDOÑO MARÍN
Como consumidor moderado de licor que soy, leí con espanto el informe publicado hace días en este periódico, sobre el problema que hay con unas estampillas de seguridad que contrató la Fabrica de Licores de Antioquia (FLA) y que al parecer se desprenden con facilidad, lo que en mi entender facilitaría la reutilización de las botellas con fines insalubres.
Aparte de la cantidad de dinero público invertido en el contrato para la fabricación de dichas estampillas, me preocupa es la escasa información que por parte de la Fábrica y de la misma Gobernación hemos tenido los consumidores, dado que desde ese mismo día he estado atento a que se nos rinda cuentas a los ciudadanos de lo denunciado en esta casa periodística.
Este tema...