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Por Manuela Restrepo - opinion@elcolombiano.com.co
Nos miran con recelo a quienes afirmamos e insistimos en las barreras que tenemos las mujeres para la participación efectiva en política. Quejumbrosas, víctimas, cansonas, de todo nos dicen. Sin embargo, los hechos nos reafirman, y no solo en el sentido de lo complejo que es para nosotras, sino de cómo el sistema se empeña en perpetuarse.
En los últimos días ha sido posible evidenciar en la organización de los debates realizados en el marco de las elecciones territoriales de 2023, que se ha contemplado para los criterios de elección a estos espacios, la posición en las listas de las distintas organizaciones políticas, siendo mayoritariamente invitados, quienes se encuentran encabezando estas. Al Concejo de Medellín, para estas elecciones, se registraron como candidatas 124 mujeres, pero, solo 5 encabezan las listas registradas. Es decir, de 17 listas, 12 son encabezadas por hombres y únicamente 5 por mujeres.
De situarnos entonces en un escenario de debate con las cabezas de lista, por cada mujer habría sentados 2,4 hombres. ¿Paridad? Ninguna.
En Colombia hemos tenido avances significativos en cuanto a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Actualmente contamos con instrumentos jurídicos que contienen acciones afirmativas que han contribuido a la disminución de las brechas de desigualdad históricas de participación en la toma de decisiones políticas entre ambos sexos, no obstante, no son suficientes y requieren de compromisos intersectoriales. La academia sin duda, tendría que ser un dador de ejemplo. Se habla mucho de equidad de género en sus aulas y de la importancia de lograr la paridad, pero cuando nos encontramos en un escenario político, es poco lo que se aplica.
Para dar un panorama de esta situación, según ONU Mujeres, las mujeres en el país somos el 52% de la población, sin embargo, a nivel local, ocupan solo el 17% en asambleas departamentales, el 18% de los concejos municipales, 12% en alcaldías y el 15% en gobernaciones.
Con respecto al Concejo de Medellín, para las elecciones de este año, se tiene un riesgo alto de que logren llegar a la corporación muchas menos mujeres que hace 4 años. En las elecciones inmediatamente anteriores, de 21 escaños, solo 5 fueron ocupados por mujeres y de esas 5 mujeres, hoy solo una se encuentra en la contienda.
De esta manera, y como lo dijo el Global Gender Gap Report 2021, si no hacemos ningún cambio estructural, tardaremos 145,5 años para lograr la paridad de género en la política.
Así que esto es una invitación a quienes organizan debates o espacios de visibilización de candidaturas a diferentes cargos de elección popular a la creatividad metodológica. Siembre habrá manera de lograr que en el escenario exista la paridad y de permitir que candidaturas femeninas también presenten sus propuestas. Nosotras avanzamos en la medida que las distintas personas tomen consciencia de esta realidad y aporten desde sus funciones a que las condiciones de desventaja y discriminación sean superadas.